viernes, 5 de agosto de 2011

Movimiento de aguas marinas

Por Rocío Zamora

El movimiento de las aguas marinas puede realizarse en sentido horizontal y vertical como resultado de distintos hechos, entre los que destacan:
Vientos: dan lugar a las olas, corrientes de superficie y movimientos verticales de convergencia o divergencia.
Evaporación y enfriamiento: dan lugar a variaciones en la densidad, con los consiguientes movimientos de equilibrio.
Atracción Tierra-Luna-Sol: origina las mareas; movimientos sísmicos (3)

Movimientos de equilibrio

Son movimientos en sentido vertical que tienden a equilibrar los contrastes de composición y temperatura de las aguas marinas causados por las diferentes densidades de las masas de agua (en relación con su temperatura, salinidad y presión atmosférica).  Sólo afectan a masas de aguas superficiales e intermedias, puesto que los contrastes desaparecen en profundidad. (3)

Factores que dan lugar a los movimientos de equilibrio

La temperatura: Sólo se registran en las capas superficiales y están motivados por el calentamiento del Sol.  La distribución de las temperaturas de las aguas en vertical presenta un progresivo descenso desde la superficie, siendo más rápido en los primeros metros hasta hacerse más uniforme en las profundidades (a partir de 2000 ó 3000 m) no superan los 2-3° debido a la verticalidad de los rayos del Sol sobre las aguas.

Los movimientos verticales se incrementan en la estación invernal, al enfriarse las capas superficiales por irradiación y conducción hacia la atmósfera.  Un aspecto fundamental al considerar los movimientos de equilibrio es la relación entre temperatura y densidad.  Las masas de agua son menos densas cuanto mayor es su temperatura, y más densas cuanto menor es ésta, hasta alcanzar los -2°C, punto de congelación y de mayor densidad de las aguas marinas, debido a la salinidad.  

La salinidad: Presenta una variación inferior a la de la temperatura.  Se incrementa con las altas temperaturas, que favorecen la evaporación sobre la superficie de las aguas, activada también por la acción del viento.  Las bajas temperaturas contribuyen a su concentración.  Es el balance hidrológico el que determina la salinidad.  Si los aportes fluviales y pluviométricos superan a la evaporación, se habla de mares o cuencas de dilución.  Si, por el contrario, es mayor la evaporación, se habla de mares o cuencas de concentración.  Las diferencias entre mares y océanos son más acusadas si es menor la comunicación entre ambos, al ser el factor clave para la renovación y mezcla de las aguas.

La turbidez: Un caso concreto de movimientos verticales es el originado por las corrientes de turbidez, que se hunden bajo aguas claras.  La turbidez se atribuye a desplomes y deslizamientos de materiales a lo largo de las pendientes de las cuencas oceánicas provocadas por terremotos o agitación de los sedimentos.

La acción indirecta del viento: El viento, en su flujo horizontal, puede provocar modificaciones de temperatura o salinidad de las aguas, y por tanto en su densidad.  La convergencia o divergencia de los vientos provoca flujos descendentes de las aguas superficiales o ascendentes de las aguas profundas, respectivamente (hecho que también se produce también al chocar las corrientes contra los continentes), con importantes repercusiones climáticas, al provocar nieblas en las costas, y biológicas, ya que las corrientes ascensionales frías suelen ser ricas en nutrientes, originando zonas ricas en pesca. (3)



Para la investigación se utilizó la siguiente página:
(3) Movimientos de aguas marinas.autor desconocido. hecho en línea. fecha de consulta agosto. disponible en: http://www.wikilearning.com/curso_gratis/los_oceanos-el_movimiento_de_las_aguas_marinas/1914-4

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